No sé cómo siendo tan pequeño me puedes hacer tanta falta. Tus sonrisas, tus besitos, tus abrazos, tus bailes. Esas mañanas que me despiertas, aunque sea llorando, y que me haces ser la mujer más feliz del mundo a pesar de ello. Porque a veces envidio poder estar sin darme cuenta de las cosas. Te quiero enano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario